BMW y su Controversial

BMW y su Controversial "Suscripción de Suspensiones" Desatan la Polémica

BMW ha generado polémica al intentar monetizar funciones de sus autos a través de suscripciones, similar a servicios como Netflix. En 2022, la marca intentó cobrar 17 euros en Europa por la calefacción de asientos, un movimiento que no resultó como esperaban. Ahora, BMW repite la estrategia con los amortiguadores adaptativos del nuevo BMW M5, lo que ha provocado una ola de críticas, incluso sugiriendo que los propietarios pirateen el software para desbloquear funciones por las que ya pagaron al adquirir el vehículo.

La situación ha llevado a figuras como Louis Rossmann, defensor del derecho a reparar, a criticar abiertamente a la marca, argumentando que pagar por suscripciones para utilizar algo ya incluido en el auto es injusto. Según él, esto convierte a BMW en un ejemplo de "Suspension as a Service", una práctica que considera inaceptable.

En Europa, los clientes del BMW M5 pueden optar por pagar 25 euros al mes o 460 euros por conservar la función de la suspensión adaptativa permanentemente. Sin embargo, muchos propietarios sienten que ya pagaron por este equipamiento al comprar el coche, y la idea de seguir pagando para usar algo que ya poseen ha generado descontento.

Esta controversia plantea una pregunta importante: ¿hasta qué punto es justo que las automotrices cobren a los clientes por funcionalidades que ya están integradas en sus vehículos? Aunque BMW puede beneficiarse económicamente de esta estrategia, la percepción de los clientes puede resultar perjudicial para la marca a largo plazo.